villa crespoDurante este fin de semana, el sábado 7 y domingo 8 de junio, se realizarán los festejos por los 126 años del barrio de Villa Crespo donde habrá diferentes actividades para toda la familia, la cita será en la plaza Benito Nazar, Apolinario Figueroa y Olaya, en el horario de 12 a 20hs.

 

 

Habrá espectáculos musicales, juegos para chicos y chicas, concursos literarios y  feria de colectividades con comidas regionales y de emprendedores.

 

Las escuelas públicas del barrio tendrán un amplio sector destinado a talleres de arte y expresión y contará con la actuación de la orquesta Vamos los Pibes, del Centro Cultural Los Bohemios Osvaldo Miranda, acompañados por el padrino del Centro Cultural Horacio Fontova.

 

Villa Crespo es el resultado de parte de una historia de nuestra ciudad en la que convergen distintas experiencias culturales y sociales. Su tradición de barrio de clase obrera y comercial y su notable inmigración proveniente de Europa y Asia hacen de este barrio un lugar de características propias. Dan cuenta de esta pronunciada identidad la convivencia en la diversidad cultural, religiosa y étnica como narra el sainete “El Conventillo de la Paloma” de Alberto Vacareza. Esta historia poblada de muchas historias, habitada por personas comunes y célebres (Osvaldo Pugliese, Leopoldo Marechal y La Paquita Bernardo) es parte de lo que deseamos como vecinos y vecinas rescatar y poner en valor de nuestro barrio.

 

Organiza: Comité Organizador por los 126 años de Villa Crespo: organizaciones culturales, sociales, educativas, comunitarias, deportivas, gubernamentales y no gubernamentales, partidos y agrupaciones políticas, entidades privadas.

 

Historia del Villa Crespo

 

Este barrio surge junto al Arroyo Maldonado, hoy entubado bajo la Avenida Juan B. Justo. Como no existían entonces los criterios ecológicos que tenemos a principios del siglo XXI, sus aguas fueron vistas como un posible drenaje de fluidos industriales, lo que provocó el asentamiento de varios establecimientos fabriles. 

A raíz de la fundación de la Fabrica Nacional de Calzado el 3 de junio de 1888 la industria marroquinera tomó gran impulso. Sus obreros mayoritariamente italianos, que tenían como patrono a San Crispín, bregaron para que la nueva villa fuera denominada en su honor. Luego de un gran debate se prefirió que el Santo Patrono fuera San Bernardo en honor al padre del Gerente General de la fábrica, Don Salvador Benedit

Este facilitó materiales para la construcción de las primeras viviendas para los obreros de la fábrica. Dichas viviendas tomaron el nombre de conventillos, en las cuales convivían numerosos inmigrantes de diversos orígenes.

 

El aumento de la población originó un constante crecimiento comercial. Sus vecinos auto-organizados en sus instituciones, desarrollaron una alto grado de actividad social. Y desde que surgiera el Tango Orillero, con el agregado cultural de la inmigración, las expresiones artísticas y la bohemia de sus cafés, generaron un centro de espectáculos similar al de la Ciudad de Buenos Aires, llegando a su esplendor en la década de 1940.

 

A principios de los años 60 y durante los 70, el Barrio sufrió un éxodo de vecinos que junto a la desaparición de varias de sus entidades, provocó la merma de sus actividades culturales que afectaron también al comercio. Lo cual, llevó al barrio a un estado de abandono, de considerable magnitud.

 

Para su centenario, a partir de 1988, un grupo de arraigados vecinos comenzaron a peticionar a las autoridades por una mejor calidad de vida y a renovar su actividad cultural. Sus logros fueron en aumento, al punto de que Villa Crespo está resurgiendo, gracias a la actividad de sus fuerzas vivas.