El inmueble de Ávalos y La Pampa, de casi cien años de historia, fue demolido pese al rechazo de organizaciones vecinales.

Parecía estar escrita la última palabra, pero una disposición de la Justicia porteña lo revirtió todo. Una resolución de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, fechada el pasado 15 de abril, falló sobre el reclamo para revisar la demolición del histórico chalet de Parque Chas. Al respecto, dio lugar de manera parcial al reclamo que había sido presentado por la Asociación Civil Observatorio del Derecho a la Ciudad en representación de colectivos vecinales de la Comuna 11.

 

En su fallo, la Cámara decidió la revocación parcial de la decisión anteriormente tomada y ordenó de forma cautelar al Gobierno de Jorge Macri suspender todo permiso de demolición o construcción en la propiedad. Al respecto, puso el foco en la nulidad presentada por el Gobierno de la Ciudad (GCBA) y del Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales (CAAP), que habían desestimado la posibilidad de otorgar estatus de protección al inmueble de Ávalos y La Pampa. Lo cual hubiera impedido la demolición del edificio construido que es el último de los chalets que se mantiene sin modificaciones del primer loteo del barrio Parque Chas.

 

El tribunal argumentó que la evaluación del CAAP, no tuvo en cuenta todos los criterios de valoración que exige el Código Urbanístico, sobretodo aquellos aspectos histórico-cultural y ambiental. Por todo esto, la Cámara estableció un plazo máximo de 10 días desde la notificación de la resolución para que el CAAP elabore y acompañe a la causa un nuevo dictamen fundado, junto con los informes y documentos que sirvieron de base para su evaluación. Esta fecha se cumplirá a finales de abril.

 

Una demolición resistida por vecinos en un chalet de 1926

 

Como informó este periódico, pese a los abrazos de protesta y las presentaciones judiciales paralelas a la de esta nota, a comienzos de año se efectuó la demolición de histórico chalet de Ávalos y La Pampa. Se trataba de una construcción de 1926, desocupada hace décadas, pero que ante la decisión de sus dueños fue vendido para crear un edificio. El reclamo de los colectivos barriales y patrimoniales iba hacia el Gobierno de la Ciudad, que decidió no catalogar al chalet con un status que hubiese impedido su demolición.

 

"La destrucción del inmueble implica una “pérdida enorme” para el barrio, la cual se suma a la proliferación de “edificios como cajones que perjudican a todo Parque Chas”, dijo entonces "Somos de Parque Chas". Por esta razón, el colectivo impulsó la creación de un Catálogo Arquitectónico patrimonial de las construcciones del barrio, que logre prevenir situaciones como esta antes de que sea tarde.