Hoy, 29 de septiembre de 2025, Parque Chas cumple 100 años desde que en 1925 fue aprobado su trazado urbanístico, marcando el nacimiento de un barrio singular dentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Para sus vecinos, es un motivo de orgullo y celebración; para los curiosos urbanos, una invitación a redescubrir rincones y leyendas de un lugar que parece resistirse al olvido.
La historia de Parque Chas nace cuando el Concejo Deliberante porteño aprueba en 1925 —mediante lo que se conoce como la Ordenanza Nº 1.129— el diseño del barrio propuesto por Vicente Chas, quien era propietario de los terrenos.
Desde sus orígenes, el diseño urbanístico buscó conjugar dos modelos: por un lado, un amanzanamiento ortogonal tradicional que armoniza con el tejido urbano porteño; por otro, un sistema radiocéntrico con calles curvas y circulares que desprenden un carácter muy distintivo.
Esta particular configuración le da al barrio una fisonomía casi laberíntica. Algunas de sus vías más conocidas son calles con nombres de ciudades europeas como Ginebra, La Haya, Bucarest, Belgrado, Tréveris, Moscú, Dublín o Turín, muchas de las cuales se incorporaron formalmente tras una ordenanza de 1933 para rotular calles nuevas del barrio.
Aunque su desarrollo comenzó en 1925, durante décadas Parque Chas fue considerado un sector del barrio Agronomía. Fue recién en 2005 cuando la Legislatura de la Ciudad sancionó la Ley 1907, reconociendo oficialmente su condición de barrio porteño independiente.
Más adelante, en 2006, la ciudad instituyó el 29 de septiembre como Día del Barrio de Parque Chas, en homenaje a la fecha de aprobación de su trazado original.
Identidad barrial, memoria y celebración colectiva
El centenario no es solo motivo de festejo: es una excusa para rescatar memoria, fortalecer vínculos y reivindicar la identidad de quienes habitan el barrio.
Libro homenaje
En los días previos, se presentó el libro “Parque Chas 100 años”, realizado por Ximena Sinay y Damián Rovner, donde se compilan imágenes históricas, relatos orales, planos antiguos y crónicas que reconstruyen el crecimiento del barrio y su vida cultural cotidiana.
En la obra también aparecen firmas emblemáticas del barrio: clubes sociales, plazas, la fuente conocida como “Sopa de piedra”, el Centro Cultural Laberinto de Chas, la Junta de Estudios Históricos y medios locales de memoria barrial.
Actividades culturales y populares
Durante todo el mes de septiembre y hasta octubre se están desarrollando actividades culturales, festivales, lecturas en vivo, ferias, muestras y recorridos guiados.
El evento central tendrá lugar el domingo 5 de octubre en la Plaza Éxodo Jujeño (Gándara y Bauness), con izamiento de bandera, visitas guiadas a cargo de la arquitecta Magdalena Eggers, muestras de escuelas de fútbol locales y música para vecinos y visitantes.
Pura Ciudad
Otras iniciativas destacadas fueron el concierto de tango y folclore en el Club SABER, el encuentro de lectura “Chas Gracias” con escritores como Mariano Blatt, Alejandra Kamiya y Leila Sucari, y la presentación del libro en el Laberinto de Chas.
Leyendas urbanísticas y el mito del laberinto
Parque Chas atrae la fantasía de quienes lo recorren: se dice que “si uno camina sin rumbo, podría perderse entre sus calles y aparecer en otro punto inesperado”.
Una historia cuenta que en 1957 un grupo de exploradores franceses aceptó caminar todo el barrio y, al final, terminaron apareciendo en Villa Urquiza, tres kilómetros distante del punto inicial.
Otra leyenda refiere a la curiosa calle Bauness, que parece “cruzarse consigo misma”, figura simbólica del entramado urbano y objeto de múltiples relatos locales.
Estas narraciones alimentan la mística del barrio, que ya ha sido objeto de cómics —como el historietista Ricardo Barreiro y el ilustrador Eduardo Risso crearon una serie llamada Parque Chas, cargada de misterio urbano.
Desafíos presentes y futuro barrial
El centenario es también un punto de mira para reflexionar sobre los desafíos actuales del barrio:
Preservación patrimonial: La mantención de los chalets antiguos y los rincones históricos enfrenta el empuje inmobiliario y los procesos de renovación urbana.
Participación comunitaria: Las actividades del centenario muestran que los vecinos están motivados para participar de la vida cultural y reivindicar la identidad barrial.
Conectividad y accesibilidad: El diseño singular del barrio obliga a pensar en cómo se integra con el resto de la ciudad en materia de transporte, servicios y movilidad.
Memoria urbana: Resguardar la historia oral, las fotografías antiguas, los relatos familiares y las instituciones culturales es clave para que las futuras generaciones reconozcan su lugar.
Cien años después, Parque Chas no es solo un barrio distinto por su trazo, sino un territorio vivo de memoria, resiliencia y comunidad. En sus calles circulan historias familiares, emblemáticas plazas, clubes barriales y leyendas urbanas que lo hacen mucho más que un “lugar raro” dentro del plano porteño.
Este centenario es, ante todo, una invitación a quienes viven allí o lo visitan: camina con curiosidad, pregunta, escucha, detente en un rincón que parece extraño… y descubre el Pulso propio de este laberinto que, después de un siglo, sigue latiendo.